miércoles, 15 de febrero de 2012

Suspirar.

Llegó el infame día de los enamorados. En verdad nunca pienso mucho en este día. Tiendo a no ser muy asiduo a festividades comerciales; por lo menos cada vez menos. Pero este año me agarró volando bajo. Este año estoy enganchado hasta las patas de un romance fallido, abortado antes de florecer. No me pidan que no me lamente, que no sufra.

Durante años me cuestioné que algún día fuese a querer profundamente a otro hombre. No es que lo considere anti natural o algo así, sino que sencillamente yo no me veía capaz. Quizás por estar muy moldeado por un mundo completamente heterosexual. Y aquí me ven ahora. Supongo que lo maravilloso de todo esto es precisamente darme cuenta que sí puedo.

Ayer vi a mis dos amigas que me van quedando en este pueblo bárbaro del sur. Una de ellas lo pasó muy mal hace no mucho. El amor, nuevamente. Su mino la dejaba de forma definitiva. Hasta entonces había sido ella la que lo dejaba de tanto en tanto. Tiene un carácter fuerte y pelean mucho. Pero él a ella, nunca. Lloró y sufrió como una semana -y a cada palabra yo me sentía totalmente identificado con ella-, pero al final logró que todo retomara su curso. Sus amigos le dieron los mismos consejos que los míos a mí. Indiferencia. Pero es tan difícil. A ella le resultó, claro. A mi mejor amiga también le resultó en otro momento. Pero ambas habían construido algo mucho más duradero. Yo apenas conozco al mío hace dos meses y medio; nuestro remedo de relación apenas alcanzó a durar un mes y medio. ¿Qué posibilidades tengo yo?

I am human and I need to be loved, just like everybody else does... A veces mandaría todos mis principios a la mierda por poder celebrar aunque fuese una vez un San Valentín como el común de los mortales. Y ahora daría cualquier cosa por amanecer abrazado a ti. Mientras, sigo suspirando.

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